Con demasiada frecuencia nos imponen una supuesta realidad, y ocultan esos pequeños detalles que marcan la diferencia.

domingo, 17 de mayo de 2020

Julio Anguita: la honestidad del programa

Ayer sábado 16 de mayo de 2020, nos dejó el Maestro y Político Julio Anguita González a los 78 años de edad cuando su corazón, ya delicado y con varias operaciones desde 1993, no pudo soportar una nueva parada cardiaca.
Nacido en Fuengirola, en el seno de una familia de tradición militar, y cordobés de adopción, fue esta última capital la que forjó su vocación de maestro, porque sabía que la libertad del pueblo solo se alcanza a través del conocimiento y la reflexión; y su activismo político, porque conocía que hasta que la sociedad no alcance la madurez suficiente como para autoorganizarse solo se puede lograr cierta justicia social a través de la política y de sus torticeros juegos, ya que la revolución en una población sin conciencia para ella es imposible. Fue Córdoba donde se ganó su primer puesto de alcalde, por el Partido Comunista, en las primeras elecciones postfranquistas de 1979. También fue allí, ejerciendo la Alcaldía, lo que hizo hasta 1986, donde se ganó el apelativo del califa rojo. Ese mismo año pasó a ser Diputado del Parlamento andaluz hasta el 21 de noviembre de 1989, fecha en la que ocupó su escaño como diputado en el Congreso estatal hasta su retirada de la política activa por problemas de salud en abril del 2000. Secretario general del Partido Comunista desde 1988 procuro la unidad de la izquierda abogando por crear Izquierda Unida, formación de la que fue Coordinador desde su constitución en 1989.
No repasaremos sus aciertos y errores, de los que tán llenos están los políticos, sobre todo los segundos, nos limitaremos a señalar aquello que como político le hizo único, o casi. En un país absolutamente sobrepoblado de políticos deshonestos, corruptos, serviles al capital y sin ningún tipo de principios, capaces de prometer una cosa y hacer la contraria, de exhibir títulos que no les corresponden y utilizar sus cargos en beneficio propio y de intereses particulares, en lugar de los generales que dicen representar, fue de los escasos capaz de renunciar a la pensión vitalicia que le correspondía como ex diputado.
Más allá de la ideología, su honestidad se resumía en lo que debe caracterizar a todas las actuaciones o pactos políticos: programa, programa, programa… pues nada puede o debe tener lugar más allá de lo prometido a los electores sin consultárselo previamente. Un hombre honesto cuando da su palabra suele intentar cumplirla. Anguita lo era, de ahí su obsesión por intentar cumplir unos programas que para los demás políticos solo acostumbran a ser mentiras que los llevarán al poder.
Aún en está sin razón, pandémica y confinatoria, de un pánico creado y manipulador, mantuvo su lucidez y reflexividad:
“La crisis climática y las nuevas pandemias pondrán en marcha un nuevo fascismo para gestionar la escasez“
Antes de reproducir algunos de sus pensamientos, nos sumamos al sentido homenaje a su desaparición, conmovedor a pesar de sufrir los estragos de las descabelladas normas con los que tienen que ser despedidos durante este absurdo y fascista periodo muchos de aquellos que resistieron para hacernos un poco más libres.



“Quien vota a los corruptos los legitima, los justifica y es tan responsable como ellos”

"Con la dignidad no se come, pero un pueblo sin dignidad se pone de rodillas y termina sin comer"

"La Transición no fue más que la restauración de la monarquía expulsada por segunda vez en España"

"Somos los hijos de Fernando VII, un pueblo que gritaba 'vivan las caenas' y que hoy está entontecido por la Roja"

"Yo soy partidario de que en su momento el estado se extinga, desaparezca y sea sustituido por la sociedad autoorganizada"

"Una política que base el crecimiento en la especulación y no en la creación de riqueza está condenada al fracaso"

"Hay que dar respuestas a lo que llamo crisis de civilización, que no es sólo económica y financiera, sino medioambiental, alimentaria, ética, política, total"

"El PSOE es una izquierda de estampilla y va siempre detrás de la derecha".

"Alguien dijo que la Guerra Civil la ganaron los curas y la perdieron los maestros. Acertaron plenamente con el aforismo".

"En España sobra el dinero, pero hay que ir a por él. Está en cuentas de Suiza".

Cuando en 2003 perdió a su hijo, Julio Anguita Parrado, en la guerra de Irak, hizo popular la frase:
Malditas sean las guerras y los canallas que las hacen.
Sean también malditos los promotores de esta exagerada guerra contra los virus que busca la completa destrucción y deshumanización del ser humano.

1 comentario:

  1. "Cuando alguien está defendiendo a quien le explota, a los "mercados"o a la clase política corrupta,ha llegado al nivel más bajo al que puede llegar un ser humano: bendecir a la porra que te golpea,y besar la bota que te pisa" EL MEJOR. JULIO ANGUITA.

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