Con demasiada frecuencia nos imponen una supuesta realidad, y ocultan esos pequeños detalles que marcan la diferencia.

martes, 22 de enero de 2013

Podridos mentirosos





En este país desde 1983 se han presentado al congreso 71 iniciativas legislativas populares, algunas de las cuales no llegaron a recoger las 500.000 firmas necesarias para ello y otras simplemente fueron rechazadas para su admisión a trámite o se diluyeron entre la falta de apoyo de sus señorías, de tal modo que tan sólo una relativa a la reclamación de deudas en las comunidades de vecinos. En cualquier caso la regulación constitucional de esta figura excluye la posibilidad de utilizarla en actuaciones relativas a principios fundamentales y libertades públicas, lo que limita mucho la posibilidad de la participación ciudadana en la iniciativa legislativa, aunque sin duda la principal traba a ello siguen siendo  los propios políticos, aunque por ejemplo durante la última legislatura de Zapatero se trató de utilizar 21 veces para tratar de suplir la atención de nuestros representantes a los temas de mayor preocupación ciudadana como morosidad hipotecaria, desempleo o viviendas sociales. Todas ellas fueron desestimadas. Durante el último año se han presentado cinco infructuosas iniciativas, una de las últimas en rechazarse fue la relativa al recorte en las prebendas y privilegios de los políticos que fue desestimada el pasado 12 de junio por la vicepresidenta del Congreso, Celia Villalobos, por hacer referencia a una materia que la propia Constitución reserva al propio Congreso. Esa es la verdadera realidad de la democracia occidental, dan la vuelta a la cultura india, y los intocables no son la casta más baja en cuanto a su desarrapada posición social, sino a su baja catadura moral.. Por mucho que pretendan legitimar el sistema con sus discursos sobre el valor del voto ciudadano y las leyes fundamentales, todo el entramado es un gigantesco fraude con políticos blindados en cargos, prebendas y privilegios y siempre a costa del bien común que dicen defender. Podridos mentirosos.