Con demasiada frecuencia nos imponen una supuesta realidad, y ocultan esos pequeños detalles que marcan la diferencia.

viernes, 18 de junio de 2010

Saramago: "la vejez empieza cuando se pierde la curiosidad"

Tres meses y seis días después de la desaparición de Miguel Delibes, la muerte hoy del nobel portugués José Saramago, a los 87 años, deja el panorama literario internacional un poco más vacío y a la humanidad más muda.
De origen humilde, el camino que recorrió para llegar a la cima del reconocimiento como escritor no fue sencilla. A sus 25 años publica, sin éxito, su primera novela. La segunda obra que tenía escrita ni siquiera fue editada. No es hasta veinte años después cuando vuelve a cultivar sus inquietudes literarias: «Sencillamente no tenía algo que decir y cuando no se tiene algo que decir lo mejor es callar».
El retorno a la escritura lo realiza inicialmente con la poesía, pero pronto retoma también la novela y los relatos, y más tarde incluso el teatro, dedicándose por completo a la literatura a partir de 1976 y culminando su trayectoria con el premio nobel recibido en 1998.
Escritor y persona comprometida con la justicia social, sufrió la censura y la persecución de la dictadura lusa de Salazar. Más tarde acabó exilándose voluntariamente a Lanzarote. Su extensa obra, tanto en títulos como en géneros, está repleta de sutiles reivindicaciones y denuncias sobre la esencia del ser humano.
Saramago es ante todo un pensador que nos ha legado la profundidad de su filosofía de lo cotidiano entre las frases de su producción literaria.

Estos son algunos de sus pensamientos:

“Hay quien se pasa la vida entera leyendo sin conseguir nunca ir más allá de la lectura, se quedan pegados a la página, no entienden que las palabras son sólo piedras puestas atravesando la corriente de un río, si están allí es para que podamos llegar a la otra margen, la otra margen es lo que importa.”

“Es hora de aullar, porque si nos dejamos llevar por los poderes que nos gobiernan, y no hacemos nada por contrarrestarlos, se puede decir que nos merecemos lo que tenemos.”

“Las tres enfermedades del hombre actual son la incomunicación, la revolución tecnológica y su vida centrada en su triunfo personal.”

“Todo el mundo me dice que tengo que hacer ejercicio. Que es bueno para mi salud. Pero nunca he escuchado a nadie que le diga a un deportista; tienes que leer”

“Somos la memoria que tenemos y la responsabilidad que asumimos, sin memoria no existimos y sin responsabilidad quizá no merezcamos existir”

“Pienso que todos estamos ciegos. Somos ciegos que pueden ver, pero que no miran”

“Lo que realmente nos separa de los animales es nuestra capacidad de esperanza”

“El éxito a toda costa nos hace peor que animales”

“La mejor manera de defender los secretos propios es respetando los ajenos”

Saramago nos ha dejado hoy, pero siempre seguirá vivo en su obra. Si quieres conocerle, sólo tienes que leerla: "Me gustaría escribir un libro feliz; yo tengo todos los elementos para ser un hombre feliz; pero sencillamente no puedo. Sin embargo hay una cosa que sí me hace feliz, y es decir lo que pienso."

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