Con demasiada frecuencia nos imponen una supuesta realidad, y ocultan esos pequeños detalles que marcan la diferencia.

jueves, 20 de diciembre de 2012

Un año de valientes logros



En apenas un año la poderosa mayoría absoluta otorgada por casi 11 millones de españoles al Partido Popular ha sido capaz de desguazar casi por completo un país ya ruinosamente resquebrajado. Incremento en el IRPF, abaratamiento del despido, recortes en sanidad, educación y pensiones, subida del IVA en tres puntos, y de las facturas energéticas, aportaciones de dinero público a los bancos, amnistías fiscales para los grandes defraudadores,… Han hecho exactamente todo aquello que prometieron que no harían.
Cada uno de los doce pasados meses han sido un continuo de medidas tomadas desde la prepotencia de la mayoría aplastante y en muchas ocasiones desde la oculta guarida del real decreto y en el más absoluto de los secretismos, si era posible. Mariano Rajoy, el líder de la banda, que ya era parco en explicaciones desde la oposición, limitándose a  soltar sus peroratas sin responder a las preguntas de la prensa, ha seguido su línea en el gobierno, y no ha comparecido ni una sola vez voluntariamente ante el Congreso,  únicamente lo ha hecho cuando la ley le obligaba. Esto no sucedía desde el año 2001, en el que su arrogante y endiosado mentor, José María Aznar, acudió únicamente obligado a rendir cuentas a los parlamentarios.  Tal vez sea que Rajoy no tenga muchas cosas de que alardear, o tal vez sean tantas que no sepa cual de ellas destacar.
El insigne Mariano y sus secuaces han sido muy valientes al aprobar todas las citadas medidas porque con cada una de ellas han mentido como bellacos a todo el país, pero especialmente a sus ilusos electores. Ciertamente la calaña de los políticos es tan desvergonzada que pueden mentir durante toda su vida y seguir apoltronados sirviendo como lacayos a sus señores, los intereses de los mercados. En eso reside su valentía, y lo dejaron patente desde el mismo momento de la formación de su gobierno, que fue toda una declaración de intenciones, y de profundos agradecimientos.
Con el fin de organizar nuestra Defensa, eligió al estirado Pedro Morenés, que estaba altamente vinculado con  la empresa de armas ubicada en Zaragoza, Instalaza, que había demandado al estado español por las pérdidas que le ocasionaría la prohibición de las sanguinarias bombas de racimo. Tal vez el estado pague de algún modo 40 millones de euros que de alguna manera llegarán a los accionistas de Instalaza.
Para dirigir nuestra Economía designó al sonriente Luis de Guindos, ex presidente para España y Portugal del estrepitosamente quebrado banco estadounidense de inversiones Lehman Brothers. Buen currículum para hacer lo mismo con España. De momento su mayor sonrisa fue a Goirigolzarri para tranquilizarle porque ya habían llegado los casi 40.000 millones de euros para Bankia y los demás cajas expoliadas, entre ellas CAM, caja cuyas cuotas participativas salieron a bolsa en 2008 coordinadas por el propio De Guindos.
Para velar por nuestra Hacienda, bienes e impuestos se recuperó al inquietante Cristóbal Montoro, ya experimentado en estas lides en el segundo gobierno Aznar, añadiéndole además el control sobre las Administraciones Públicas, para estrujar aún más las condiciones laborales de los funcionarios. Montoro, que lo mismo es capaz de conceder una amnistía fiscal que amenazar con publicar los nombres de quienes defraudan, protagoniza múltiples hazañas recogidas en las hemerotecas, entre ellas poseer tres pisos en Madrid, pero no renunciar a las dietas para residencia.

Para proteger nuestra Agricultura y Alimentación el premiado fue el campechano Miguel Arias Cañete, también bregado en tales batallas con Aznar, y cuya esposa Micaela Domecq gestiona junto a su familia empresas preceptoras de suculentos fondos europeos para la agricultura además de coleccionar bienes por un valor catastral superior a las seis cifras, más otros activos de más de 600.000 euros, no como el pobretón Camps. De regalo le han añadido Medio Ambiente por sus excelentes relaciones con los ecologistas, que no lo pueden ver ni en pintura.

Podríamos continuar exaltando las valiosas habilidades de los portadores de las carteras ministeriales de nuestro país repartiendo ganancias con sus respectivos sectores, Mato en su faena de privatizar Sanidad, Bañez recortando prestaciones, Sáenz de Santamaría rozando las más altas cotas de hipocresía…

Dentro de la valentía generalizada de esa piara de desalmados que dirige los destinos del país tal vez haya que destacar la del Ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert. El arrojo de este adalid le ha llevado a hacer las delicias de la iglesia y del más rancio tradicionalismo con sus nuevos impulsos a la educación hasta el extremo de, además de volver a catolizar, pretender “españolizar” a través de ella, lo que no solamente les jode a los catalanes, sino a cualquier defensor de la pluralidad y la libertad. Este visionario retorcido parece retomar las excusas que llevaron a la destrucción de Hispanoamérica por parte de los reyes católicos, la conversión al catolicismo y la españolización. Reafirmado a si mismo creciendo ante el castigo como un “toro bravo” el arrojo de la progresiva derechización de su trayectoria ideológica, sólo es comparable al arrojo de sus decisiones, no en vano su apellido significa valor en el sonoro idioma del oráculo femenino de la política europea, Angela Merkel.

Pero si en esta competición de barbaries históricas hay un descerebrado intrépido en cuanto a sus decisiones, para tomar las cuales no es suficiente con ser bizarro, valiente, grande, excelente; en definitiva gallardo, sino que hay que ser Gallardón, además de Alberto y Ruiz. El otrora revolucionario progresista del PP retorna a la más profunda de las cavernas puesto que no sólo restringe la ley del aborto a límites absolutamente retrógrados, sino que además nos pretende condenar a una justicia como la norteamericana, cuyos resultados tengan más que ver con el poder adquisitivo para pagar abogados, tasas o recursos que con la necesaria igualdad ante la ley. En este país, donde son bien recibidos millonarios rusos, chinos, o de cualquier lugar y sea cual sea el color de sus billetes o si están manchados de sangre, droga o corrupción esta claro que pesa más el dinero que la justicia.
Después de arrancarnos todos nuestros derechos, nos arrebatan la justicia para reclamarlos. Así es la clase de basura que gobierna en las tendencias ideológicas capitalistas neoliberales.
Tal vez, de momento, no se atrevan a restaurar el derecho de pernada para quienes superen cierto número de cifras en sus cuentas bancarias, pero de momento algo que nos va a afectar a todos en varios momentos de nuestra vida, el Registro Civil, va a pasar a manos de los Registros de la Propiedad. ¿Por qué querrá nuestro presidente Mariano Rajoy, registrador de la propiedad en excedencia de la urbanística zona de Santa Pola (Alicante), cargarse de más trabajo para su jubilación?
Mucho me temo que el siguiente valiente logro van a ser copiosas tasas en las anotaciones y certificaciones registrales civiles que controlarán los apenas dos mil registradores de la propiedad que se reparten la gigantesca tarta económica que les procuran las mismas leyes, de procedencia franquista, que desahucian a los ciudadanos.
Es eso consisten las democracias occidentales actuales, la máxima de los políticos es acceder al poder por cualquier medio, para una vez arriba arreglar lo suyo y lo de sus amigos para garantizarse una jugosa jubilación, que de hecho consolidan a lo largo de su camino.
Su valentía es nuestra gilipollez, de modo que nos mienten y roban a la cara, y les seguimos votando, pero tal vez no tarde mucho en que el PP alcance su mayor logro, y ese será que por fin todos nos unamos para frenar este gigantesco engaño.

martes, 11 de diciembre de 2012

Premios y castigos



 Este lunes, como cada 10 de diciembre desde 1901, se entregaron los premios Nobel. Los prestigiosos galardones creados por Alfred Nobel, inventor de la dinamita y enriquecido gracias a ello, son consecuencia de los problemas de conciencia que creó al químico sueco el destructivo uso bélico que se podía hacer de un producto creado inicialmente para la minería. La fecha de entrega conmemora el día de su muerte en 1896, y los premiados son quienes hayan aportado el “mayor beneficio a la humanidad” durante el año en los campos de la Literatura, Física, Química y Medicina. En su testamento Alfred Nobel también reservó un premio, que en todos los casos coincide con una medalla, un diploma y una cantidad económica, “a la persona que haya trabajado más o mejor en favor de la fraternidad entre las naciones, la abolición o reducción de los ejércitos existentes y la celebración y promoción de procesos de paz”, según dicta su testamento.
Lo cierto es que los loables deseos del inventor, sin duda también con cierta ansia de inmortalidad, no tardaron demasiado en tornarse controvertidos a causa de que quienes eran designados para recibirlos no se consideraban merecedores de ello. Esto sucedía especialmente con el Nobel de la Paz, que además es el único que se entrega en Oslo, mientras que los restantes lo hacen en Estocolmo. Ya en 1906 el presidente de los Estados Unidos Theodore Roosvelt fue obsequiado con el galardón por mediar en el fin de la recién concluida guerra ruso japonesa, si bien también era el culpable de otros enfrentamientos y muertes. En 1919, otro presidente norteamericano Woodrow Wilson, culpable entre otras cosas de permitir la creación del fraude monetario expansivo de la Reserva Federal, y de meter al país en la Primera Guerra Mundial, recibió el Nobel de la Paz por fundar la Sociedad de Naciones, inútil precursor de la actual inútil ONU. Barak Obama lo recibió en 2009  «Por sus extraordinarios esfuerzos para fortalecer la diplomacia internacional y la colaboración entre los pueblos», cuando durante su mandato se producen tantas guerras o más que antes, aunque quizás el más polémico fue el Nobel de la Paz de 1973 que se concedió a los dos personajes encargados de firmar el Acuerdo de Paris de aquel mismo año que puso fin a la presencia de las tropas norteamericanas en Vietnam. El vietnamita Le Duc Tho rechazó el premio porque realmente la guerra no había finalizado, ni lo hizo hasta dos años después, pero el sin duda mayor genocida de la historia de la humanidad y culpable de muchas muertes en aquel conflicto, el entonces Secretario de Estado Norteamericano Henry Kissinger aceptó encantado el premio.
Sin duda muchos de los perceptores del reconocimiento a lo largo de la historia han sido merecedores del mismo, pero la presencia de personajes de esa calaña deja en muy mal lugar el prestigio del acontecimiento y su credibilidad.
El problema es que el sistema utiliza el prestigio del premio, galardón, certamen, institución,… en su propio beneficio, cuando no ha sido creado expresamente para ello, con lo que le acaba desprestigiandolo completamente.
En este sentido y como paradigmático ejemplo de cómo crear un prestigio a medida, precisamente uno de los que ha conducido al planeta a su actual situación, citaremos el premio Nobel de Economía que Alfred Nobel no mencionó en su testamento, sino que responde a un invento para respaldar las ideologías a imponer. El galardón postizo se añadió en 1968 por el Banco Central de Suecia, y la actual familia Nobel no lo reconoce como tal, aunque se entrega junto a los demás, ampliándose desde 1995 no solo a la economía, sino a las ciencias políticas, a la psicología y a la sociología, ya que tras incluir a la economía entre las modalidades elegidas, se decidió que no se ampliarían jamás con ningún otro premio. La mayoría de los receptores del premio Nóbel de Economía pertenecen a la Escuela de Chicago, y concretamente el premio en 1976 se lo llevó Milton Friedman «por sus triunfos en el campo del análisis del consumo, la historia y teoría monetaria, y por su demostración acerca de la complejidad de la estabilización política». Friedman fue quien conspiró y comenzó a difundir las teorías sobre las bondades de un mercado completamente desregulado del control de los estados que se comenzó a aplicar en los setenta en las dictaduras latinoamericanas y en los ochenta en las “democracias occidentales” a través de Reagan y Thatcher, extendiéndose más tarde a prácticamente todo el planeta, con los resultados de un mayor incremento en las diferencias entre ricos y pobres y al sacrificio del estado de bienestar en beneficio de los especuladores.
Ahora los cerebros que dirigen el cotarro han debido de considerar que la Unión Europea, la panacea glorificada por nuestros políticos para repartirse más poltronas y crear un poder superior que, por nuestro bien, dirigirá nuestros países según sus criterios divinos y de acuerdo con los “mercados”, reciba el premio.  El motivo de la concesión han sido “Por su contribución durante seis décadas al avance de la paz y la reconciliación, la democracia, y los derechos humanos en Europa”. Sin entrar a analizar la realidad de si la UE ha contribuido a más guerras que paz, a más enfrentamientos  que reconciliaciones y últimamente a generar más miseria que derechos humanos, la ceremonia de entrega del premio dejo claros los castigos que sufrimos los ciudadanos europeos.  (continúa abajo)         

           

           

           

           

           

           

           


A la ceremonia asistieron 21 de los 27 presidentes europeos, los mismos que castigan diariamente a la miseria a los ciudadanos más desfavorecidos de sus países con sus decisiones y recortes hasta situar en un 25 por ciento de los europeos con unos ingresos por debajo de los dos dólares diarios, que es lo que marca la pobreza. En el evento participó nuestro Mariano Rajoy, que hizo lo que saben hacer todos ellos, salir en la foto con trajes caros y sonrisas hipócritas con las que machacan a sus ciudadanos mientras cumplen las órdenes creadas por Friedman para satisfacer a las élites y multinacionales que les acabarán agradeciendo los favores recibidos colocándoles en inútiles puestos ejecutivos con elevados salarios. Con toda seguridad llegaron hasta allí después de haber viajado cómodamente con sus séquitos, en primera clase y a cuenta de los erarios públicos a pesar de los malos tiempos para excesos económicos. Seguro que las comilonas en Oslo también estuvieron a la orden del día en estos premios que siempre les toca a ellos mientras nosotros recibimos los castigos.
Lástima de gastroenteritis alimentaria generalizada, y si es posible permanente. Sería lo único que justificara la presencia de tanto caradura en el evento.

viernes, 7 de diciembre de 2012

Más de lo mismo



En marzo de 2010 iniciaba las reflexiones en este blog analizando la degenerada situación a la que han llegado las estructuras básicas del neoliberalismo capitalista democrático en este país, entre ellas la empresarial, la financiera y la política.
Entonces me sorprendía que al frente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), representando a todos los empresarios españoles, se encontrara el madrileño Gerardo Díaz Ferrán a pesar de haber demostrado claramente su nulidad como gestor en empresas como Air Comet. Tardaron hasta el 21 de diciembre del mismo año en sustituirle. Hasta entonces sus compañeros, solidarios ellos, le defendieron a ultranza.
Ahora Díaz Ferrán descansa en prisión acusado de alzamiento de bienes, blanqueo de capital y falsificación de documentos, entre otras lindezas. La gravedad de las acusaciones queda subrayada por las fianzas impuestas por el juez para él y su socio, que ascienden a 30 y 50 millones de euros, ambas record absoluto de las fianzas judiciales en este país hasta ahora. El actual vicepresidente de la CEOE, el también madrileño Arturo Fernández, ya que en la farsa de los equilibrios ahora le corresponde el timón a un piloto que hable catalán, considera que toda esa actividad delictiva de Díaz Ferrán mientras representaba a los empresarios no afecta a la institución, tal vez porque ya está lo suficientemente desprestigiada por los compadreos entre todos los representantes de nuestras instituciones. Sirva como ejemplo que el señor Fernández, empresario restaurador, es el encargado de dar de comer a sus señorías en el Congreso por un módico precio que apenas alcanza los cuatro euros, porque su empresa recibe jugosas subvenciones mientras los escolares tienen que pagar una cantidad similar por poder comer la comida que se llevan de casa.
En el entramado que atañe al expresidente de la CEOE, aparte de sus socios y cómplices en el gigantesco fraude también fue llamado a declarar Miguel Blesa por un préstamo de 26,5 millones de euros que Díaz Ferrán recibió, y aún no ha devuelto, cuando el primero era presidente de Caja Madrid y el segundo consejero de la misma entidad financiera.
Entonces citaba el generoso préstamo recibido por el, entonces, líder de los empresarios, pero para referirme a la crisis financiera me remitía a las jugosas jubilaciones con que el BBVA obsequiaba a sus altos ejecutivos, entre ellos a un recién consejero jubilado  José Ignacio Goirigolzarri que acababa de embolsarse 60 millones de euros por ello. Circunstancias de la vida aquel pobre jubilado ahora se ha reincorporado a la poderosa butaca bancaria que otrora ocupó Blesa, si bien entonces era un lujoso trono en un palacio de suntuosidades y despilfarros y ahora es un lujoso trono en un solar de telarañas y engaños. Entre uno y otro ha pasado un Rato, concretamente Rodrigo, que desde su lujoso trono dilapidó los restos dorados heredados en el fraude de Bankia, timando directamente a miles de incautos bankeros. Con toda seguridad todos estos honrados ciudadanos que fueron timados a través de la adquisición de acciones y deuda preferente estaban menos formados para ello que el bilbaíno educado en Deusto que ahora manda en el engendro al que van dirigidos la mayor parte de los cerca de 40.000 millones de euros, que pagaremos todos, con que Bruselas ha obsequiado a la ruinosa banca española, a cambio de una sangría de empleos y sacrificios a los afectados de base, mientras que los culpables del desastre se escaquean con los bolsillos llenos, como lo hacen los malos empresarios. En realidad ese sector bancario ruinoso coincide con las antiguas cajas de ahorros polítizadas desde que, como tantos políticos, el injustamente glorificado Felipe González abrió los consejos de administración de las mismas a partidos políticos y agrupaciones sindicales con la ley 31/85 de regulación de las normas básicas sobre órganos rectores de las cajas de ahorro. Con la excusa de la democratización de las mismas, lo que se hizo fue colocar al alcance de los políticos las poltronas financieras con los desastrosos resultados actuales. En realidad González fue el colocador de los balones para que después Aznar rematara para acabar de meter el gol a los ciudadanos de a pie. Lo mismo que con las cajas sucedió con la ley orgánica del poder judicial, la Ley de Reforma Universitaria o las regulaciones de los medios de difusión. El resultado es que todos esos ámbitos están polítizados y corrompidos hasta la saciedad en este fraude democrático del bipartidismo político en el que la única diferencia entre ambos es la afiliación de los enchufados de cada uno.
Regresemos al que nos ocupa que es el poder financiero y su compadreo con políticos, empresarios, corrupciones y prebendas. En esta cultura del pelotazo generalizada triunfa el más ladrón, y así en la reminiscencia del oro robado que le hace brillar surge el banquero nombrado a dedo político del que aquí citaremos a Blesa como ejemplo, aunque hay muchísimos más, como Narcís Serra y su Caixa Catalunya o Pedro Hernández Moltó y Caja Castilla La Mancha, hasta completar casi uno por entidad heredada de las antiguas cajas de ahorros, al menos de las poderosas.
El jienense Miguel Blesa coincidió y consolidó su amistad con José María Aznar durante la estancia de ambos como inspectores de hacienda en Logroño. Casi veinte años después, cuando Aznar llegó al poder, en 1996 y con Gallardón como presidente de la Comunidad madrileña desde un año antes, Blesa accedió a la presidencia de Caja Madrid sustituyendo bruscamente a su electo antecesor, cargo en el que se mantuvo hasta 2010, jubilándose después con una jugosa indemnización y despilfarros como el sobrepago de casi tres millones de dólares por una mansión en Miami o prestamos a fondo perdido a colegas de corrupción como Díaz Ferrán.
La culpa de la ruina de este país es de políticos como los que nos gobiernan y legislan nuestras leyes, empresarios como Díaz Ferrán, y banqueros políticos como Blesa. Todos ellos tienen en común sus aires de grandeza y su enriquecimiento ilícito gracias  al saqueo de los más débiles y del patrimonio público. Islandia fue capaz de salir de la crisis exigiendo responsabilidades a los políticos, banqueros y empresarios generadores del gigantesco fraude y haciéndoles pagar por ellas.
El problema de este país, y de todo el reinante orden capitalista mundial, es que nos educan para creer que  alcanzar el éxito y triunfar es llenarse los bolsillos de dinero y riquezas y rodearse de lujos y exclusividad, hasta el enfermizo punto de que casi ni se llega a cuestionar si el origen de esa insultante diferencia económica procede de una merecida genialidad o del sufrimiento de otros seres humanos.  
Las corruptelas del dinero y del máximo beneficio amparadas en banqueros y empresarios sin escrúpulos han anidado en las mediocres clases políticas dominantes que la esparcen, a golpe de legislación, en las demás estructuras de poder, bien sea sindical, judicial, mediático o de cualquier otro tipo, incluido el monárquico, y así nos va.
Entonces, hace casi tres años, las cosas iban mal. Ahora, casi tres años después, van mucho peor, y quienes nos iban a sacar de la mierda han logrado que nos sumerjamos completamente en ella.
Ojalá los jueces se sacudan la presión política y como Eloy Velasco, comiencen a exigir responsabilidades a tanto delincuente enriquecido por negocios ilícitos en este país. De momento se han atrevido con algún empresario, y los políticos y banqueros responsables de esta bacanal de despilfarros e irresponsabilidad con la que justifican el desmantelamiento de nuestro estado de bienestar siguen disfrutando de sus robos y prebendas, algunos con trajes a medida y la mayoría con extraordinarias jubilaciones y cómodas poltronas bien remuneradas.
Hasta aquí nos han conducido los 34 años de una maravillosa constitución y de un proceso de transición que nos vendieron como ejemplar. Sin duda en este tiempo la calidad de vida en este país subió como resultado de dilapidar las riquezas existentes, las mismas cuyo grueso principal disparó los beneficios de las élites dominantes y cuyas migajas repercutieron en una creciente clase media que ahora quieren descender a clase baja, y esta última a clase basura.
La Casta política, la misma hable el idioma que hable, ha colocado las piedras legislativas para llegar a la hecatombe actual. Ya lo dijo el portavoz del gobierno popular Miguel Ángel Rodríguez  cuando la constitución cumplía 18 años, allá por 1996: “si fuera chico podría votar, si fuera chica se vestiría de largo”. Dieciséis años después si la Norma Fundamental de este país fuera chico estaría en el paro, y si fuera chica estaría asqueadas de las vejaciones de una cutre casta política que paso a paso nos ha demostrado que sólo es capaz de aportarnos más de lo mismo hasta dejar sin futuro a las próximas generaciones esclavizándolas a una deuda ilegítima que favorece a las élites mundiales.

miércoles, 25 de julio de 2012

De AVES e incendios



Cuando escucho a nuestros políticos pedir sacrificios tan importantes como el del propio Estado de Bienestar mientras arrasan derechos, ayudas, sanidad, educación, investigación… destrozando el futuro del pueblo al fin y al cabo, a la vez que destinan fondos casi ilimitados a entidades financieras que han realizado desastrosas inversiones y agasajado con millonarias aportaciones a sus dirigentes y asesores; cuando escucho a nuestros políticos afirmar que no queda dinero para pagar las nóminas de los funcionarios porque no se recaudan los suficientes impuestos después de suprimir impuestos del patrimonio y de sucesiones, y de permitir al millonario fraude fiscal de este país, cercano a los 90.000 millones de euros anuales, más de un 70 por ciento de los cuales corresponde a grandes empresas y grandes patrimonios, redimirse pagando un diez por ciento en lugar de perseguirlo; cuando escucho a nuestros políticos mentir abiertamente sobre todas sus promesas y afirmaciones, pero perjurando que la única solución para la crisis es exprimir aún más a los más débiles para enriquecer más a quienes más tienen, lo único que se puede sentir es un repugnante asco.
 Muchos de esos miserables que deciden sobre las leyes y normas que rigen nuestros destinos desconocen el precio de un café o el nombre de un abono para el metro porque ellos viajan en coche oficial hasta para ir a la peluquería, o en primera clase si los trayectos son demasiado largos. No se puede legislar para un pueblo del que se desconoce su modo de vida y preocupaciones, en definitiva, su realidad; y la mayor parte de los que cobran por ser nuestros representantes políticos viven en un mundo de lujo, riqueza y despilfarro, construido gracias a elevados salarios, bajos impuestos, dietas, prebendas, acumulación de cargos,…y cualquier otra fuente de ingresos que su escasa ética les permita; todo ello convenientemente protegido en sus mansiones de altos muros donde se aíslan del pueblo al que dicen representar. Como en las épocas feudales y de vasallaje, se encierran en sus castillos, como los grandes capitales a los que sirven, mientras condenan a sus electores a empleos precarios y jornadas más largas, además de pauperizar sanidad, educación y otros derechos esenciales, todos ellos atesorados históricamente a base de lucha y penurias. Utilizan nuestros impuestos para pagar sus sueldos y prebendas e invertir el resto en aquello que más les interesa a quienes manejan los hilos de las marionetas políticas. 
Esta es la maravillosa Europa que nos vendieron todos esos vividores sin escrúpulos y cuya dirigida evolución ya analizaremos en otro momento con más profundidad. Pregúntaselo a los griegos. Los portugueses e irlandeses también saben algo de ello, como lo sabemos en España y en Italia. También lo conocen seis millones de alemanes con salarios de 400 euros y cerca de 100 de los 500 millones de europeos que viven con menos de dos dólares al día, aunque la UE sólo admita oficialmente 80 millones de pobres, y que corren el riesgo de incrementarse notablemente con las políticas de recortes sociales y de salarios que están realizando. Eso es Europa digan lo que digan y dijeran lo que dijeran en su momento. Y mientras nuestros políticos miran y cumplen los deseos de Europa, ha sido precisamente en una de las principales zonas que comunican la geografía española con la idolatrada Unión Europea, con preciosos y privilegiados paisajes y parajes, donde han quedado más patentes las injusticias y desigualdades de las políticas con las que nos dirigen. 
La “Tramuntana”, el poderoso viento del norte que normalmente confiere al Alt Empordà la límpida transparencia, ausente de partículas e impurezas, con la que realza sus vivos y nítidos colores dominantes, verde de su paisaje y azul de su cielo y su reflejo en las aguas mediterráneas de la Costa Brava, esta vez fue el multiplicador que provocó que las llamas iniciadas por sendas negligencia tornaran grises de desolación cerca de catorce hectáreas del abrupto y excepcional territorio, además de provocar heridas de cierta gravedad a una docena de personas y de segar cuatro vidas humanas. No es la primera vez que sucede, más bien es algo cíclico que se repite cada cuatro o cinco años en diferentes lugares e intensidades sin que al parecer las diferentes administraciones hagan demasiado por evitarlo a pesar de las continuas peticiones para que se limpien los bosques y se realicen acciones preventivas contra los incendios. Esta actitud continuada de los sucesivas gobiernos de diferentes colores no tiene ninguna lógica ya que la comarca es un selecto destino del turismo nacional, y especialmente internacional, que genera importantes ingresos a las arcas de las distintas administraciones. Uno de los fuegos iniciados el pasado domingo provocó que se paralizara el AVE, icono del inexistente progreso y liderazgo español, entre Figueres y Perpignan, precisamente el único tramo que funciona de una infraestructura que debía unir Barcelona con la frontera francesa y en el que se han gastado más de 10.000 millones de euros. 
 Entre las próximas medidas del gobierno del PP están la privatización de las pocas propiedades rentables del Estado que le quedan: Renfe, Aena, Loterías y Apuestas del Estado, Paradores,… además de los restos de REE y demás privatizaciones anteriores en cartera, por lo que esperan recaudar entre 20.000 y 30.000 millones de euros. Será la liquidación definitiva de los restos de existencias y saldos, cuyos ingresos probablemente se vayan dilapidando en dispendios, AVES y demás amiguismos. Con seguridad la mayoría de los cerca de 20.000 afectados directos por estos incendios jamás viajarán en ese AVE de imposible amortización* y sin duda preferirían que se destinase una pequeña parte de lo que los políticos despilfarran en obras faraónicas e inútiles suntuosidades varias en tratar de proteger el privilegiado medio natural que acoge unas vidas humanas ahora desgarradas por un fuego cuyas heridas tardarán en cicatrizar tanto como en tornarse verde el gris de las cenizas que les rodean. Tras eso, cabe suponer que todos los afectados preferirían que en lugar de rescatar bancos y financiar amiguismos los políticos dejen de destrozar el estado de bienestar, de recortar derechos y servicios públicos y de adoptar las medidas que permiten la precarización laboral, provocándola ellos mismos incrementando impuestos, recortando los sueldos a los funcionarios y maltratándoles en jornadas y derechos. Muchos de los cerca de 2000 bomberos, militares, policías y agentes de todo tipo, además de voluntarios, que han logrado extinguir las llamas y la angustia de los afectados por los incendios no cobrarán paga extra estas navidades. Además tendrán que trabajar más horas, cobrarán menos y tendrán menos días libres. A pesar de todo han cumplido con el trabajo encomendado con entrega, eficacia y eficiencia, como siempre. A ver cuando nuestros representantes políticos hacen su trabajo de servir al pueblo para el que gobiernan y no sus propios intereses y los de el poder económico que les dirige. 
 El primer recorte que deberían haber hecho es el de minimizar la ingente estructura de instituciones políticas plagadas de inútiles poltronas políticas que se aproximan al medio millón y que convierte a este país en el más nutrido de Europa, y con diferencia, en esta peligrosa casta de parásitos; pero tendrá que ser quien sea, tras la intervención que tanto temen nombrar, pero que llegará en breve, quien acabe con esta lacra. Al tiempo. Una turista holandesa, evacuada de unos de los camping de la agreste y pintoresca próxima a Sant Llorenç de la Muga, en plenas estribaciones de los pirineos y ya cercana a la Alta Garrotxa, contaba en las imágenes de televisión que aunque la zona del camping estuviera intacta ella daba por finalizadas sus vacaciones y regresaría a Holanda, porque conocía la comarca y sabía que para llegar hasta el coqueto pueblo y sus alrededores sólo hay una única carretera y quería ahorrarse el sufrimiento de tener que cruzar cada día por los parajes arrasados. Los altempurdanesos y altempurdanesas, , que tengan que atravesar esos paisajes arrasados no sólo no podrán evitar el dolor y la tristeza que te minan el alma, de ver asolado su entorno natural, y en muchos casos su medio de vida, si no que también tendrán que soportar a esos políticos que permiten que suceda. Ahora dicen que perseguirán a los culpables. Puede haberlos, como hay negligencias, errores, voluntariedades o accidentes. Pero lo que si es seguro que hay, aunque ninguna administración con competencia suficiente haga nada al respecto, son maravillosos paisajes, exuberantes bosques y vegetación, y una mágica Tramuntana que reaviva y enciende los colores, dicen que también a sus gentes, pero también las llamas. 
Señores políticos dejen de velar por ocultos intereses y promover enfermizas infraestructuras tan inútiles como faraónicas y protejan el verdadero valor de nuestro patrimonio y nuestra gente. Probablemente los escasos pasajeros del AVE de 10.000 millones, en el que apenas irá algún altempordanes-a, y un porcentaje muy pequeño de españoles, apenas exclamarán sorprendidos al ver el arrasado terreno, ya que, como nuestros políticos, viajan a otra velocidad y en otra categoría, pero quienes vivimos entre las cenizas sabemos que del mismo modo que es infinitamente mejor y más barato prevenir los incendios que después apagarlos, también lo es cuidar y pagar más a quienes hacen bien su trabajo, como todos aquellos que se han entregado en las labores de extinción de los incendios, y expulsar a aquellos que lo hacen mal aprobando y financiando ruinosas inversiones. A pesar de que la mayor parte de nuestros políticos parecen empeñarse en hacer desaparecer cualquier indicio de efectividad en los servicios públicos con su maltrato presupuestario a todos ellos, podemos agradecer a nuestros funcionarios y trabajadores en general la entrega en sus puestos de trabajo y funciones. Muchas gracias ahora a todos los que han impedido con su esfuerzo que la tragedia del Alt Empordà haya arrasado más vida. 
 * La media de usuarios por kilómetro del tren de alta velocidad español es de apenas 3 mientras que el francés supera los 40, y por otra parte el mantenimiento anual de la infraestructura supera con creces los 20.000 euros por kilómetro, y España, entre tramos en funcionamiento y en construcción tiene cerca de 4.000 kilómetros, el segundo país del mundo con más kilómetros de AVE, por detrás de China. Sin duda las infraestructuras del AVE, como las de las otras faraónicas obras de aeropuertos o gigantescos y carísimos “contenedores culturales” como la Ciudad de la Artes y las Ciencias, y sus descomunales desvíos presupuestarios son un lucrativo negocio para empresas constructoras y comisionistas en general.

sábado, 14 de julio de 2012

De lo admirable a lo abominable

La esencia del ser humano, su potencial y su libre albedrío le convierten en el ente más maravilloso del universo conocido al ser capaz de optar entre las ilimitadas acciones capaces de inventar su cerebro. De ese modo el mismo ser humano tiene la potestad de protagonizar las más admirable de las acciones, quizás entregando heroicamente su vida para salvar, de modo altruista, la de un semejante, o la más abominable, por ejemplo eliminando a los hijos de su pareja. Sin duda el primero de los acontecimientos está motivado por nuestra capacidad de amar, y todas las emociones positivas que ello suscita con respecto a la solidaridad y el acercamiento a todo aquello que nos rodea, mientras que el segundo suceso suele estar motivado precisamente por alguna causa opuesta a lo que nos acerca a nuestro entorno: odio, temor, egolatría, ambición sin límites o desprecio son algunos de sus ingredientes habituales que, impregnados de soberbia o mezquindad producen auténticos estragos entre los especímenes de la raza humana. Acordemos, para catalogar el nivel de admiración o abominación, que una u otra sean mayores cuanto a mayor número de humanos afecte el acontecimiento o suceso. Así la evolución social histórica ha encumbrado a la democracia, y por ende a los políticos, a la cúspide de los personajes que pueden provocar las máximas cotas a admirar o abominar, dada su influencia en las leyes y normas que han de regir a sus pueblos. Para concretar con un ejemplo, dentro de las tendencias económicas y socio-políticas actuales se podría considerar en la cumbre de lo admirable la actuación del presidente socialista francés, François Hollande, que junto a su partido han desafiado a imposiciones y tendencias reduciendo la edad de jubilación desde los 62 a los 60 años, subiendo los impuestos a quienes más tienen y anulando la subida del IVA en dos puntos programada para el próximo octubre por su antecesor. En medio de esta escala de evaluaciones, quizás por lo ambiguo del evento, se encuentran las lágrimas de la ministra de trabajo italiana, Elsa Fornero, al anunciar, el pasado cuatro de diciembre, las drásticas restricciones presupuestarias que afectarían al pueblo italiano. Su rostro lloroso, sincero o no, fue portada de todos los noticiarios para que quien así lo quisiera, se creyera o no, aquel "lo hago, pero me jode" oculto tras las lágrimas. En lo que no cabe ninguna duda es en la actitud de los diputados del PP al ovacionar y aplaudir a su líder y presidente español, Mariano Rajoy, el pasado miércoles tras anunciar al parlamento los recortes presupuestarios más drásticos y desgarradores de la democracia española. Tras los recortes salariales, el incremento del IRPF, la amnistía fiscal a los ricos defraudadores y las continuas y notables subidas de servicios energéticos; el aforo popular agasajó a su presidente con vítores, aplausos, sonrisas y rostros de satisfacción tras su anuncio de la subida del IVA, el fin de la desgravación fiscal por vivienda, el anuncio de la reforma de las pensiones, la supresión de la paga de navidad y de otros derechos a los funcionarios, o la reducción de las prestaciones del paro... medidas todas ellas dañinas para la mayoría de los ciudadanos, lo que sin embargo no impidió que despertara semejante entusiasmo entre sus diputados defensores. Más tarde los protagonistas se defendieron afirmando que no aplaudían las reformas propuestas, si no la "valentía" de Rajoy al aprobarlas. En cualquier caso lo que aplaudían o bien era la sumisión a los deseos de los poderosos capitales ocultos tras los mercados que pides estrujar sueldos y derechos de los más desfavorecidos o bien la sarta de constantes mentiras e incumplimientos de promesas electorales secundadas por las huestes populares y convergentes. Quizás el más indicativo suceso de lo abominable y detestable de una Casta política y dirigente española que, salvo honrosas excepciones, ha conducido de modo nefasto los destinos de esta amalgama de nacionalidades a lo largo del tiempo, sea el "Que se jodan" voceado por la diputada del PP por Castellón, Andrea Fabra, tras el anuncio de los recortes a las prestaciones por desempleo con el argumento de incentivar de ese modo la búsqueda de empleo, como si estar sin trabajo sea una actitud cómoda y voluntaria entre las que la padecen. Andrea, hija del que fuera presidente de la Diputación de Castellón entre 1995 y 2011, Carlos Fabra,es un claro ejemplo de la basura humana que dirige este país y legisla sus normas de modo casi hereditario. El padre del modelo político elegido está imputado en diversos delitos de cohecho, tráfico de influencias y fraude fiscal, con la curiosa peculiaridad de que le han tocado importantes cantidades a la lotería más de media docena de ocasiones, y que sus procesos están obstaculizados continuamente en más altas instancias judiciales. Uno de los mayores logros de Fabra padre fue la construcción del aeropuerto de Castellón con un coste de más de 150 millones de euros. Aunque la infraestructura, inaugurada a bombo y platillo por Francisco Camps y el propio Carlos Fabra el 25 de marzo de 2011, jamás se ha utilizado, hasta finales del año pasado se habían licitado diferentes servicios, como seguridad o diversos controles o equipamiento, por más de 5 millones de euros. Entre las licitaciones se encontraba una faraónica estatua de una veintena de toneladas y 25 metros de altura del propio Fabra con un coste cercano a los 300.000 euros, cifra notablemente más elevada que el precio de la vivienda de la gran mayoría de los españoles.De hecho la empresa Aerocas SL, (aeropuerto de Castellón SL) gestora de la infraestructura y propiedad de la Generalitat valenciana y de la diputación castellonense llevaba gastados 30 millones de euros en publicidad desde su creación en 2003 hasta enero de este año. El vástago de este maestro del caciquismo y de los entramados con profundos aromas de rancia tradición para ingresar notables cantidades por obra del azahar es una digna representante de las nuevas generaciones políticas de este país, y a la altura de muchos de sus colegas de ambición pública. La que exclamó "Que se jodan" nació en Castellón en 1973 y a los 16 años ingresó en el PP a través de Nuevas Generaciones para más tarde estudiar Derecho. En 2001 fue nombrada senadora por designación autonómica, para, en 2008, ingresar en el congreso, donde aún vegeta lujosamente, como la mayoría de sus compañeros de ostentoso pesebre, si bien ella previamente ya estuvo investigada por hacienda, lo que no fue obstáculo para acceder al cargo. Casada con Juan José Guemes, consejero de Sanidad de Madrid, la que exclamó "que se jodan", como todos aquellos diputados y políticos que no lo hicieron ni lo hacen, pero que lo ratifican con sus continuas acciones en poltronas prácticamente heredadas, donde tienen la vida solucionada y elevadas gratificaciones, prebendas y numerosos puestos para las doradas jubilaciones que les garantizan las grandes multinacionales por expoliar el país en su beneficio. La que gritó "que se jodan", dice que se refería a los del PSOE, quienes a su vez también pensaron hace apena un par de años un "que se jodan" más leve, analizado en su momento en este enlace, cuando rebajaron el sueldo a los funcionarios e iniciaron reformas laborales que le costó una huelga general al gobierno de Rodríguez Zapatero. En conclusión, anunciándolo o en silencio, los que joden son siempre los mismos, al igual que los jodidos. Convertir a los funcionarios en los principales pagadores de una situación creada por los excesos financieros y políticos, y potenciar su acoso y derribo contribuirá al desmantelamiento de un estado social que prestaba diferentes servicios. Con las nuevas tendencias para desprestigiar la sanidad y la educación pública, ya no necesitan funcionarios eficientes para estos servicios. Más bien al contrario, prefieren trabajadores públicos que desarrollen sus funciones en situaciones precarias y salarios de miseria para desprestigiar aún más sus posibilidades de competir con los centros educativos y sanitarios privados con los que pretenden sacarnos el poco dinero que nos quede y perpetuar la máxima de que sólo accederán a la salud y la educación aquellos que tengan poder adquisitivo para ello. Si quieres comprobar el progresivo desmantelamiento y degeneración de los diferentes servicios públicos en favor del negocio privado, sólo observa el progresivo deterioro de la televisión y radio públicas en las próximas semanas y meses. Llegarán a ser tan precarias y anodinas que habrá que cambiarse a los canales privados, esos que nos orientan y bombardean con publicidad y consignas. Si nada es capaz de arrebatar el poder a esta deleznable casta política que exprime a los más débiles para financiar a especuladores es que todas las instituciones del sistema democrático están tan corruptas como muchos de nuestros abominables representantes políticos. Ni funcionarios, ni parados, ni trabajadores son los culpables de esta bacanal de derroche y especulación. Lo son los bancos y los políticos que los amparan, a quienes seguimos confiando nuestro dinero y votos, de tal modo de que nuestros impuestos financian sus excesos en lugar de nuestras carencias. En marzo del pasado año, apenas a un mes de la campaña electoral de las elecciones municipales y en una crisis tan plena como la actual, se exhibían en las respectivas inaguraciones para optar a sus poltronas. Ciertamente abominables este atajo de mentirosos compulsivos que nos defraudan con cada una de sus acciones